southern arts society

"Bienvenida a Lleida", me dice la fiesta mayor local y, con ella, el GENIAL concierto al que he tenido la fortuna de asistir hoy en el Cafè del Teatre de l'Escorxador. SOUTHERN ARTS SOCIETY. Me sabía mal gastar 10€, pero el cartel gratuito de este año no ha dado mucho de sí y no quería que pasaran las fiestas mayores sin ver un concierto, así que los he pagado. También he pagado los 2 euros con cuarenta de la caña, que después de vivir en la Ràpita y pagar las cervezas a euro y poco, ha sido casi cómico (eso sí, en la Ràpita no las sirven en estas copas tan grandes y espléndidas, que bien vale unos céntimos más - aunque ahí los camareros son más simpáticos...) Lo siguiente que me ha sabido mal, y MUCHO, ha sido no llevar más dinero encima para poder comprar el disco de esta genial banda que, creo haber captado, reside en Sevilla, cantante guiri magnífico, simpático, carismático, con acento anglo-sevillano. Ah, y otro punto extra por llevar chaleco. Los chicos altos deberían ser obligados a llevar camisa de chorreras y chaleco de vez en cuando, como él. Son un bien universal. No me ha quedado más remedio que ir a sacar dinero para adquirir éste su segundo disco. Me lo vende el guitarra, Israel Diezma, simpático de la leche también. Le he dicho lo genial que me ha parecido, pero la vergüenza me ha heche contener las petición de firma. Porque sí, ha sido para tanto: uno de esos conciertos en que DESEAS con todo tu ser conseguir una firmita del tipo que usa el slide metálico en su Telecaster como una usa la sombra de ojos por las mañanas, con la práctica de los años y los paños, como si fuera parte integrante de la anatomía propia. Crean un auténtico muro de sonido. Sospecho que llevaban pregrabados, porque a pesar del sintetizador y la rapidez de las manos del teclista, parecía haber una auténtica banda de 6 personas. Hasta tres veces me he semilevantado para encontrar al segundo guitarrista...pero no lo hay: 4 personas crean esta puesta en escena magnífica. (Se supone que son 5, pero no lo han sido hoy) El mejor momento, para mí, el batería (Manuel Martínez) tocando la maraca con la izquierda y la batería con la derecha (y los pies), y aquella canción en que el señor cantante Andrew Jarman ha cedido su bajo al guitarra y se ha marcado unos bailes como sólo esos largos cantantes extranjeros que se ven en los festivales saben hacer con propiedad. Algunos miles de afortunados lo atestiguarán en el Fib. Bueno, creo que aún no he hablado de la música...pero es que lo mejor que se puede hacer es escucharla, sin duda. Recomendaciones máximas: "The Cazador", "Birds Fly South" y la inmortal "The Window"